domingo, 31 de mayo de 2015

ENDOCRINOLOGÍA Y FISIOLOGÍA DE LA GESTACIÓN Y EL PARTO EN EL BOVINO

ENDOCRINOLOGÍA Y FISIOLOGÍA DE LA 
GESTACIÓN Y EL PARTO EN EL BOVINO 
Julián A. Bartolomé*. 2009. Taurus, Bs. As., 11(42):20-28. 
*MV, MSc, PhD, DACT. Facultad de Ciencias Veterinarias, Universidad Nacional de La Pampa, Argentina.  
Conferencia dictada en el Curso de Postgrado de Manejo Reproductivo en Bovinos Lecheros,  
organizado por la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNCPBA,  
25 al 27 de marzo de 2009, Tandil, provincia de Buenos Aires. 
www.produccion-animal.com.ar 
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INTRODUCCIÓN 
La gestación comienza con la unión del ovocito y el espermatozoide en la ampolla del oviducto materno. La 
duración es de 283 días (243-316 días) y se la puede dividir en un período embrionario, que va desde la fertiliza-
ción hasta los 45 días, y un período fetal, desde los 46 días hasta el parto. La duración de la gestación está influen-
ciada por factores maternos, fetales, genéticos y ambientales. Las vaquillonas pueden tener una gestación más 
corta que las vacas adultas, y las gestaciones de fetos mellizos y de hembras duran menos que las de fetos machos. 
También vacas subalimentadas o con estrés calórico acortan su gestación. Las razas índicas presentan gestaciones 
unos días más largas que las razas británicas (Tabla 1). 
 
Tabla 1. Períodos de gestación en las diferentes razas bovinas. 
 
 
Luego de la fertilización, el cigoto (una célula) sufre una serie de divisiones mitóticas dando lugar a la forma-
ción de numerosas células denominadas blastómeros. Una vez formados de 8 a 16 blastómeros, el embrión es 
denominado mórula, luego los blastómeros producen un fluido formando una cavidad denominada blastocele y el 
embrión es denominado blastocisto. La masa de células se divide en un grupo de células que va a formar el em-
brión propiamente dicho (masa celular interna o embrioblasto) y un grupo de células periféricas que formarán el 
trofoblasto o trofoectodermo. El embrioblasto da origen al ectodermo, medosermo y endodermo y el trofoblasto 
da origen a la placenta fetal. El conjunto conformado por el embrión propiamente dicho y el trofoblasto se deno-
mina concepto bovino. 
A los 4 a 5 días de la fertilización, el embrión pasa al útero y posteriormente pierde la zona pelúcida. Entre 
los 6 y 13 días, el embrión pasa de blastocisto esférico de 3 mm de diámetro a formar un embrión filamentoso que 
a los 17 días de vida puede alcanzar los 25 cm de largo. A los 25 días de gestación comienza la implantación o 
más específicamente el contacto entre las vellosidades coriónicas y las carúnculas uterinas. 
El desarrollo embrionario está influenciado por los niveles de progesterona producidos por el cuerpo lúteo 
(CL) que controlan el ambiente del oviducto y del útero. La secreción de progesterona por parte del CL estimula 
la actividad secretoria de las glándulas endometriales que producen sustancias encargadas de mantener el embrión 
hasta que se formen los placentomas. Estas secreciones, denominadas vulgarmente "leche uterina", son absorbidas 
por el blastocisto y el saco vitelino y utilizadas como nutrientes durante la etapa previa a la formación del corioa-
lantoides. 
El embrión es activo desde el punto de vista endócrino desde muy temprano, produciendo esteroides, prosta-
glandinas y varias proteínas. Desde la ovulación hasta el día 15, la secreción de progesterona y el ambiente uterino 
son similares en vacas gestantes y vacas no gestantes, pero a partir del día 16, es necesario que el embrión emita 
una señal para evitar la luteólisis. 
RECONOCIMIENTO MATERNO DE LA GESTACIÓN 
Se denomina así a la señal emitida por el embrión que permite el bloqueo de la luteólisis, la extensión de la 
vida del CL y la formación de la placenta para el desarrollo de la gestación. Esto incluye la inhibición de la libera-
ción de PGF2α, la modificación del ambiente uterino y los cambios que evitan el rechazo inmunológico del em-
brión. Las células mononucleares del trofoblasto secretan alrededor del día 16 el interferón-tao, que inhibe la 
síntesis de receptores para los estrógenos, receptores para la oxitocina y por lo tanto inhibe la secreción de PGF2α, 
evitando la luteolisis y asegurando la permanencia del CL. El embrión también modifica el flujo sanguíneo y la 
permeabilidad vascular, el movimiento de fluidos, la respuesta del CL a las prostaglandinas, la actividad secretoria 
y metabólica del útero, la transferencia de nutrientes, la actividad inmune y el desarrollo de la glándula mamaria. 
El feto presenta antígenos de histocompatibilidad que podrían originar una respuesta inmune con linfocitos-T por 
parte de la madre, sin embargo, esto no sucede. 
Los esteroides (estrógeno y progesterona) tienen acción pro y anti-inflamatoria, respectivamente. Durante el 
desarrollo embrionario y fetal, la progesterona es la encargada de inhibir la respuesta inmune contra los tejidos 
embrionarios y fetales, tratando de no comprometer la respuesta inmune contra agentes infecciosos. En forma 
simplificada, la progesterona afectaría la diferenciación de las células T, favoreciendo la producción de citokinas 
para las células Th-2 e inhibiendo las citokinas para las células Th-1 y de esta manera permitiría la implantación. 
PLACENTACIÓN 
La implantación en el bovino es superficial e incluye las carúnculas y el área intercaruncular. Inicialmente el 
trofoectodermo desarrolla papilas que toman contacto con las glándulas uterinas y posteriormente células binu-
cleadas del trofoectodermo invaden el epitelio materno y junto con las células endometriales forman células mul-
tinucleadas o sincitio, el cual tendría un rol importante en el control inmunológico y hormonal de la gestación. 
La placenta puede clasificarse de acuerdo a la cantidad de capas de separación entre el feto y el útero materno 
como epiteliocorial y de acuerdo a la distribución de las vellosidades corioalantoideas como cotiledonaria. La 
placenta se clasifica corno epiteliocorial ya que se mantienen las 6 capas (endotelio, intersticio y epitelio fetal y 
materno) y el contacto se produce entre las células trofoblásticas fetales y las células endometriales maternas en la 
formación de un sincitio característico de los rumiantes. 
Sin embargo, el epitelio materno tiene períodos de transición con erosión y recrecimiento en el cual se produ-
ce un contacto entre los capilares maternos y el epitelio coriónico, por lo cual la placenta ha sido clasificada en 
algunas oportunidades como sindesmocorial. 
La placentación del bovino es de tipo corioalantoidea, donde la capa externa del alantoides se fusiona con el 
corion y por lo tanto los vasos sanguíneos del alantoides toman contacto con las arterias y venas umbilicales loca-
lizadas en el tejido conectivo entre el corion y el alantoides. Los vasos fetales aumentan su superficie de contacto 
con la circulación materna debido a la formación de las vellosidades coriónicas, que son conos vasculares mesen-
quimales cubiertos por células trofoblásticas cuboidales y gigantes binucleadas. En el bovino, este contacto se 
produce a través de los cotiledones fetales (70 a 120) que se unen a las carúnculas uterinas formando los placen-
tomas. 
Las células binucleadas gigantes son características de los rumiantes. Aparecen a partir de los 20 días de ges-
tación, se mantienen durante toda la gestación y llegan a componer el 20% de la placenta. Su función es la transfe-
rencia de sustancias, la secreción de Lactógeno Placentario y de las proteínas especificas de preñez B (PSPB), 
también llamadas glicoproteínas asociadas a la preñez (PAG). Asimismo, las células binucleadas producen estró-
genos y progesterona. 
Las venas y arterias umbilicales llegan a la placenta y se distribuyen mayormente en los cotiledones y en me-
nor medida en el corioalantoides y de la misma manera lo hacen las arterias y venas uterinas en las carúnculas 
maternas. 
El rol de la placenta incluye funciones digestivas, metabólicas, hormonales e inmunológicas. Diferentes sus-
tancias son transferidas a través de la placenta por fagocitosis y pinocitosis. Las arterias umbilicales transportan 
sangre no oxigenada hacia los placentomas y las venas umbilicales devuelven sangre oxigenada. Agua, electroli-
tos, vitaminas, minerales, aminoácidos y azucares llegan al feto a través de la placenta y a su vez ésta sirve como 
almacenamiento de glicógeno y hierro entre otras sustancias. 
El feto tiene la habilidad de consumir las reservas esqueléticas de calcio maternas en el caso que este mineral 
no sea suministrado en la dieta. Las vitaminas liposolubles tienen su paso limitado por la placenta, por lo tanto 
luego del parto, su concentración es más baja en la cría que en la madre. Las proteínas no pasan a través de la 
placenta, por lo tanto las inmunoglobulinas maternas no llegan a la circulación fetal. 
La circulación fetal es característica ya que las venas umbilicales conducen sangre arterial y las arterias con-
ducen sangre no oxigenada. Las venas umbilicales traen sangre oxigenada desde la placenta y la transfieren a la 
vena cava posterior a través de un conducto venoso evitando el metabolismo hepático. La sangre de la vena cava 
posterior llega al corazón y pasa a la aurícula izquierda a través del foramen oval, evitando el ventrículo derecho. 
El conducto arterioso recoge la sangre no oxigenada directamente hacia la aorta, evitando la circulación hacia los 
pulmones no funcionales y a partir de la aorta se originan las arterias umbilicales que llevan la sangre no oxigena-
da hacia la placenta. 
Durante la gestación se forman alrededor del embrión/feto dos cavidades denominadas alantoidea y amnióti-
ca. Las cavidades amniótica y alantoidea derivan de un pliegue externo del corion (ectodermo) y del intestino 
posterior (endodermo), respectivamente. La pared externa del alantoides se une al corion formado el corioalantoi-
des o placenta fetal. Los fluidos fetales están compuestos por el líquido amniótico y el alantoideo. El líquido am-
niótico alcanza un volumen promedio de 5 a 6 litros y el líquido alantoideo un promedio de 9,5 litros. Los líquidos 
fetales pueden ser absorbidos y secretados en el tracto digestivo, respiratorio, urinario y en la piel fetal. El fluido 
alantoideo proviene de la orina formada en los mesonefros y la secreción de la membrana alantoidea. El líquido 
amniótico proviene en principio del epitelio amniótico y de la orina fetal, por lo cual es bastante aguachento y 
avanzada la gestación proviene de las secreciones digestivas y respiratorias y se hace más viscoso. También existe 
un intercambio dinámico entre los fluidos fetales y la circulación materna y fetal. 
CONTROL ENDÓCRINO DE LA GESTACIÓN 
La progesterona secretada por el CL (6-15 ng/ml), que se mantiene activo desde la fecundación hasta el parto, 
es la encargada de mantener la gestación. No obstante la placenta también produce progesterona (1-4 ng/ml) a 
partir del día 120 y puede mantener la gestación en caso de producirse la luteólisis desde el día 150 en adelante 
(Figura 1). 
 
Figura 1.- Niveles hormonales durante la gestación y el parto en el bovino 
 
 
La producción de progesterona en el CL se origina a partir del colesterol que ingresa a las células luteales 
como lipoproteínas de bajo (LDL) y alto (HDL) peso molecular. Las LDL ingresan a las células luteales a través 
de endocitosis mediada por receptores y una vez en los endosomas pasan a los lisosomas donde se degradan de-
jando colesterol libre. El colesterol se combina con ácidos grasos y se almacena como ésteres. Las hormonas lute-
otróficas se ligan a sus receptores en las células luteales, activan el sistema de segundo mensajero que activa la 
proteína kinasa A (PKA) y la PKA activa estearasas que liberan el colesterol. Una vez libre, el colesterol es trans-
portado dentro de la mitocondria por la proteína de regulación aguda de la esteroidogénesis (StAR). Por acción de 
las enzimas P450cc, adrenoxina y adrenoxina reductasa el colesterol es transformado en pregnenolona y ésta, por 
acción de la 3BHSD, transformada en progesterona. La progesterona sale por difusión de las células luteales y la 
capacidad de almacenamiento de la misma es mínima. Los niveles pulsátiles en un principio y basales posterior-
mente de LH mantienen la actividad del CL. También la hormona de crecimiento (GH o STH) y los factores de 
crecimiento tipo insulínico (IGF-1) tienen acción luteotrófica. Los niveles altos de progesterona y estrógenos pla-
centarios inhiben la gonadotrofinas hipofisiarias y por lo tanto evitan la ovulación. 
La unidad feto-placentaria también secreta estrona y 17(3 estradiol, que son conjugados rápidamente en los 
placentomas. Por lo tanto el sulfato de estrona excede en 10 a 100 veces los niveles de estrona. El sulfato de estra-
diol predomina en el plasma fetal y el sulfato de estrona en el corioalantoides, amnios y plasma materno. El sulfa-
to de estrona en plasma materno llega a los 30-60 pg/ml a los 60 días de gestación, 500 pg/ml al día 100, 3.000 
pg/ml al día 150, luego se incrementa gradualmente y vuelve a subir drásticamente después del día 240. Los nive-
les de sulfato de 17β estradiol, 17β estradiol, androstenediona y testosterona describen curvas similares y son 
también producidos por la placenta ya que bajan rápidamente después del parto y expulsión de la misma. El rol 
del sulfato de estrona es muy diferente a los estrógenos del ovario ya que como tal es inactivo, no se liga a los 
receptores nucleares de estrógeno y una vez hidrolizada, la actividad biológica es muy inferior al estradiol 17β 
producido en los ovarios. A su vez su actividad biológica está ligada directamente a la presencia de altos niveles 
de progesterona. Algunas funciones propuestas son la estimulación de las contracciones del miometrio, la madu-
ración de la placenta y la relajación del canal del parto. Tanto la progesterona como los estrógenos están encarga-
dos de controlar el crecimiento, diferenciación y función del tejido caruncular. 
El Lactógeno Placentario es una hormona peptídica secretada por la placenta y detectada en el concepto bovi-
no entre los días 17 y 25 de gestación pero es detectada en la circulación materna en el último tercio de la gesta-
ción, haciendo el pico al día 210. Su función no es clara pero estimularía el desarrollo de la glándula mamaria, la 
lactogénesis, la adaptación del metabolismo materno para el desarrollo fetal y la esteroidogénesis de ovarios y 
placenta. La prolactina alcanza niveles basales de 80 ng/ml 2 semanas previas al parto para luego aumentar y lle-
gar a los 200 a 400 ng/ml previo al parto. La relaxina es una hormona liberada por la placenta y los ovarios que 
cumple un rol importante durante el final de la gestación en muchas especies, pero su rol es cuestionable en el 
bovino, ya que no ha sido detectada en la placenta, y la ovariectomía no causa dificultades al parto. El metabolito 
en plasma de la PGF2α (PGFM) aumenta una semana previa al parto y tiene un incremento abrupto asociado a la 
regresión del CL y la caída de progesterona al momento del parto. 
CAMBIOS FISIOLÓGICOS DURANTE LA GESTACIÓN 
Algunos cambios en el estado fisiológico de las vacas preñadas son un aumento del volumen de plasma y por 
lo tanto de sangre circulante. La vulva se vuelve edematosa y vascular a partir de los 5 meses en vaquillonas y de 
los 7 meses en vacas, y la mucosa vaginal también se edematiza al final de la gestación. El cérvix se encuentra 
cerrado por un tapón mucoso durante la gestación, que se licua durante el parto. El útero aumenta de tamaño y el 
miometrio se encuentra relajado por el efecto hormonal. 
Se produce hiperplasia del endometrio e hipertrofia de la capa muscular y proliferación de tejido conectivo, 
fibrilar y colágeno durante la implantación. Los ovarios permanecen activos por la presencia del CL durante toda 
la gestación y un porcentaje ínfimo de vacas pueden mostrar comportamiento de celo durante la gestación tempra-
na debido al crecimiento folicular. Los ligamentos pélvicos se relajan al final de la gestación pudiéndose observar 
el ligamento sacro-ciático muy relajado y flácido cercano al parto. 
El crecimiento y tamaño final del feto está influenciado por diversos factores. Durante los dos últimos meses 
de gestación se produce el 50% del crecimiento fetal y a término el feto representa el 60% del peso total del con-
cepto (feto, membranas y fluidos). El tamaño del feto está influenciado por la genética paterna pero en mayor 
medida por la genética materna. Las vaquillonas, por estar en crecimiento compiten con el crecimiento fetal y por 
lo tanto paren crías más pequeñas que las vacas adultas. La raza Jersey produce crías más pequeñas que la raza 
Holstein, que es la de mayor tamaño entre las razas lecheras. El estrés calórico de las vacas durante la gestación 
reduce el tamaño de las crías. 
Las gestaciones de mellizos son poco comunes en las especies uníparas como la bovina y cuando ocurren en 
general se deben a ovulaciones dobles. La mayoría se desarrolla con un feto en cada cuerno y en un 10% de los 
casos aproximadamente ambos fetos se alojan en un mismo cuerno. La tasa de mellizos en razas lecheras es 
aproximadamente 3% y en razas de carne menos del 1%. El aumento de la producción de leche en la raza Holstein 
en los últimos años está relacionado con un mayor metabolismo hepático y menores niveles de progesterona circu-
lante y por lo tanto mayor pulsatilidad de hormona luteinizante. Esto produce un mayor crecimiento folicular con 
mayor proporción de vacas con doble ovulación y una tasa de mellizos que supera el 10% en muchos casos. 
MECANISMO DEL PARTO 
El parto es el proceso fisiológico por el cual un feto viable es expulsado junto con los fluidos y las membra-
nas fetales fuera del útero materno. Debido a que la gestación depende de la secreción de progesterona por el CL, 
la luteólisis es un paso fundamental en el desencadenamiento del parto. La teoría de estrés fetal descripta en el 
ovino, incluye la liberación de ACTH por la hipófisis estimulando la glándula adrenal fetal a secretar cortisol. El 
estrés estaría provocado por el rápido crecimiento fetal y la incapacidad de la placenta para proveer los sustratos 
suficientes para el metabolismo fetal. La liberación de ACTH y activación del eje hipotálamo-hipófisisadrenal 
fetal podría estar iniciada a nivel del núcleo paraventricular y de aquí la importancia del sistema nervioso central. 
El cortisol induce cambios enzimáticos en el metabolismo de las carúnculas y aumenta la producción de estróge-
nos a partir de la pregnenolona. La concentración de corticosteroides fetales va de 5 ng/ml 3 semanas antes del 
parto, a 25 ng/ml 4 días previos al parto y la ACTH fetal se incrementa marcadamente 2 días antes del parto y los 
corticosteroides fetales llegan a 70 ng/m
Hay un incremento marcado de la androstenediona, testosterona, sulfato de estrógenos y estrógenos en los 
últimos 20 días de gestación. La progesterona declina 2 a 3 semanas preparto, para caer debajo de 1 ng/ml a 
término. Los estrógenos estimulan la liberación de PGF2α por el endometrio y ambos se encargan de provocar la 
lisis del CL, el aumento de contractilidad del miometrio y la relajación del cérvix. Los estrógenos también estimu-
lan la producción de mucus cérvico-vaginal para facilitar la expulsión del feto. A su vez estimulan la liberación de 
oxitocina y síntesis de receptores para la oxitocina, y una vez comenzada la fase de expulsión, la acción mecánica 
del feto sobre el techo de la pelvis, el cérvix y la vagina desencadena un reflejo neuro-humoral con contracción de 
la musculatura abdominal y la liberación mayor aun de oxitocina (reflejo de Ferguson), que contribuye a las con-
tracciones uterinas. Las contracciones uterinas comienzan en los extremos de los cuernos provocando el despren-
dimiento e invaginación de la placenta. 
La vaca puede alterar el momento del parto por situaciones de estrés o cambios en el manejo, probablemente 
mediante la liberación de la adrenalina que relaja la musculatura uterina. Por lo tanto se dice que el feto controla 
el día en que se producirá el parto y la madre controla la hora. Los glucocorticoides fetales son los encargados de 
la maduración estructural y funcional de los pulmones necesarios para la vida extra uterina. La eliminación de las 
membranas fetales puede llevar hasta 12 horas en el bovino debido al tipo de placenta. El parto puede dividirse en 
tres estadios, el primero incluye la dilatación del cérvix, el segundo, la expulsión del feto y el tercero, la elimina-
ción de las membranas fetales. 

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